La Procuraduría General de la Nación confirmó que un joven de 17 años, quien se había entregado voluntariamente a la Fiscalía como testigo clave del atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay, habría salido por su cuenta de un centro de atención del ICBF donde permanecía bajo protección.
El menor colaboraba en la investigación al señalar presuntos responsables de la estructura criminal detrás del ataque, incluyendo a alias "El Costeño". Aunque no estaba judicializado ni privado de libertad, su salida generó alarma institucional .
Frente a este panorama, la Procuraduría anunció el inicio de una indagación para establecer responsabilidades, verificar el protocolo de custodia aplicado y asegurar que se proteja la investigación judicial.
Desde el ICBF, la directora Astrid Cáceres insistió en que no hubo evasión formal, ya que el menor era considerado migrante no acompañado y se encontraba en un proceso de restablecimiento de derechos, no en una medida judicial. La salida se habría dado en libertad, no bajo una medida de privación de la libertad.
Expertos legales advierten que este episodio podría poner en riesgo el principio de oportunidad, si se considera que su cooperación dejó de ser efectiva. Sin embargo, ese mecanismo legal aún podría ser válido si se demuestra que la información brindada fue sustancial y pertinente al proceso.
La investigación penal continúa, con seis personas ya judicializadas, entre ellas el autor material y presuntos coordinadores del atentado
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